
Teréz Brunszvik fue fundadora de la primera guardería en el territorio de la Monarquía de los Habsburgo. En su caso la cuestión no es la doble nacionalidad húngaro-eslovaca, sino la húngaro-alemana. Aunque nació en la actual capital de Eslovaquia, en Bratislava, no se ha demostrado su relación emocional con Eslovaquia en aquella época. Como su origen tenía en una familia noble, su educación fue más bien extranjera. Por eso el alemán podemos considerar a su lengua materna y, aunque hablaba varios idiomas, no aprendió muy bien el húngaro. En 1828 fundó en Buda la primera guardería de Europa Central y quería concentrarse principalmente en la educación de los niños pobres. Poco a poco se fundaron más jardines de infancia en otras partes del país, incluidas ciudades de mayoría eslovaca. En las guarderías, además del alemán, también se enseñaba húngaro. Teréz Brunszvik, a pesar de su lengua materna alemana, apoyó cada vez más a los húngaros, incluso en la guerra de independencia de 1848/49. La posteridad la incluye entre los grandes „húngaros”. Hasta tal punto que se ganó el título de “la mujer con el corazón húngaro”, e incluso fue comparada a István Széchenyi.